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La duda no es más que libertad.
La posibilidad de ser algo más, de encontrarnos en otra escena, distinta de la naturalizada. Es allí, en la duda última de las dudas, el cogito cartesiano, donde nos encontramos con lo más propio del ser: la posibilidad, la alternancia, la elección fundante. Fundante en si misma, acto primero.
Ser o no ser.
[El ying y yang no es más que una pregunta.]